El entorno

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E

n Torre Ticó se respira el amor y la pasión por el campo y la naturaleza de nuestros bisabuelos, que adquirieron la finca a finales del siglo XIX. Ambos eran amantes de la agricultura, y realizaron interesantes experimentos con frutales y cereales.
Es un espacio idóneo para pasar unos días tranquilos rodeados de naturaleza. Desde la misma casa se pueden iniciar paseos a pie o en bicicleta para disfrutar del secano, del bosque de ribera a orillas del río Segre o de los distintos cultivos de regadío y frutales.
Algunos de los espacios peculiares de la finca son:

La piscina

La piscina, de 70 metros cuadrados y rodeada de verde, es uno de los espacios imprescindibles de la finca, especialmente en verano. Además de la frescura que proporciona su agua, brinda dos sugerentes rincones a la sombra bajo el sauce y los ciruelos de jardín.

La Noria

La Noria es uno de los puntos emblemáticos de Torre Ticó. Construida en el siglo XVIII, recogía el agua del canal y la transportaba hasta la torre. En 1920, nuestro bisabuelo la amplió e hizo construir un acueducto para aumentar las tierras de regadío. Es una de las mayores norias de Catalunya.

El Parral

Es un paseo con un recorrido circular de 350 metros y más de 40 parras combinadas con perales y cerezos. Fue diseñado en la primera mitad de 1900 por nuestros bisabuelos, y alguna de las variedades de uva que plantaron aún se conserva hoy en día.
Entre los meses de septiembre y octubre llevamos a cabo la vendimia, y elaboramos nuestro propio cava.

El banco de los enamorados

Camp de la bassa

Es un espacio de creación reciente que constituirá otro lugar emblemático para dejarse llevar por la naturaleza. Se trata de una balsa artificial de unos 600 metros cúbicos, rodeada de álamos, sauces, frutales y chopos.

Camino de los avellanos

Es un paseo sombreado que sale del Banco de los Enamorados y acompaña la acequia hasta los campos de frutales de la finca. Además de avellanos, podemos disfrutar de granados, chopos y plátanos.

Camino del Segre

A 15 minutos de la casa, encontramos el Camino del Segre, que va de Balaguer al monasterio cisterciense de Les Franqueses, siempre bordeando el río. Es un paseo agradable que nos permite disfrutar del bosque de ribera (arboledas que crecen en las orillas de los ríos).
Que la casa esté ubicada en este entorno tan especial hace que podamos gozar de cerca de la belleza de la naturaleza en las distintas épocas del año: el estallido de los frutales floreciendo en primavera, la variedad de la fruta en verano, la paleta de colores del otoño y el reposo de la tierra en invierno.
Todo ello hace que Torre Ticó resulte un lugar especial, de una belleza sensorial que no deja indiferente.